miércoles, 1 de mayo de 2013

The Hippopotamus; La poesía y su reconocimiento

En éste juego de las verdades y las mentiras;
donde el poder lo ejerce quien posee la mentira y,
 la libertad es de quien busca la verdad.


Eran ocho, sólo quedan siete, quizá quitaron el orgullo de la lista por conveniencia por cabalística, o sólo porque les era útil para ejercer el poder. Si importara aún quitarían la vanidad y la lujuria para ampliar sus inversiones sin cargos a la moral. La Fe del hombre en el hombre, está envuelta en esa niebla, sospechando, especulando, usando uno sobre el otro, en este tiempo de supervivencia, somos carne aquí donde la búsqueda es siempre fuera y lejos de sí, porque lo poquito que duele lo cercano, la otra carne, compromete el alma, ésa que traiciona al sistema, que no se deja engañar y busca la verdad. El alma alienta al espíritu a lo difícil, al desacuerdo porque está viva y se mueve. El sistema la invalida ante los valores accionarios, donde el trabajo y el tiempo tienen bajo precio y poco rendimiento. En verdad no hay dividendos en el amor y la alegría de vivir, ni tienen sentido; sólo hay paz con la vida, sin cargos por inscripción, más que decirse cada uno su verdad a los ojos, soy esto y lo quiero. Pero el sistema plantea otra cosa, tienes que ser lo que él exige o quedas fuera, la sofisticación de la mentira es llegar a algo que parece verdadero, incluso propio, pero sin fondo, para recrear el vacío y mantener la tensión, que es el equilibrio artificial del sistema, el punto de vista: la diferencia entre tengo y consigo a cualquier precio, con soy, doy y convivo sin poner precio. La ganancia no tiene mayor sentido que la existencia misma, en la convivencia con los otros. El sistema plantea que se puede incluso comprar convivencia, quien lo ha vivido, la diferencia entre lo comprado y aquello que como las ovejas, se da a sí mismo en el sentido sagrado, no martirizado, del sacrificio; es inmensurable, lo que diferencia al orgasmo del éxtasis, es la participación del alma, con el cuerpo y el espíritu.


The Hippopotamus.


The broad-backed hippopotamus
Rests on his belly in the mud;
Although he seems so firm to us
He is merely flesh and blood.


Flesh-and-blood is weak and frail,
Susceptible to nervous shock;
While the True Church can never fail
For it is based upon a rock.


The hippo's feeble steps may err
In compassing material ends,
While the True Church need never stir
To gather in its dividends.


The 'potamus can never reach
The mango on the mango-tree;
But fruits of pomegranate and peach
Refresh the Church from over sea.


At mating time the hippo's voice
Betrays inflexions hoarse and odd,
But every week we hear rejoice
The Church, at being one with God.


The hippopotamus's day
Is passed in sleep; at night he hunts;
God works in a mysterious way--
The Church can sleep and feed at once.


I saw the 'potamus take wing
Ascending from the damp savannas,
And quiring angels round him sing
The praise of God, in loud hosannas.


Blood of the Lamb shall wash him clean
And him shall heavenly arms enfold,
Among the saints he shall be seen
Performing on a harp of gold.


He shall be washed as white as snow,
By all the martyr'd virgins kist,
While the True Church remains below
Wrapt in the old miasmal mist.


T.S. Eliot (1888-1965)
 


Todos sabemos donde está y quien es el hipopótamo, lo que hace, dice y toma; somos cómplices silenciosos con él, para no ser indigentes aislados en la búsqueda de una comunidad entre seres que no quieren serlo; porque están perdidos en sí mismos, en vivir lo que el sistema ofrece, sólo eso y que no falte nada en la lista, porque esa es la promesa de la felicidad y la paz. ¿Quién quisiera habitar en la poesía? donde la felicidad viene de dentro y la paz es consecuencia de la convivencia comprometida, hablo de una poética que envuelve el espacio, contiene a quien lo comparte y bajo su arquitectura, la mera presencia es hacer comunidad. De las viejas palabras, que se sostuvieron por sí y después fueron atrapadas en el concepto de amor, está algo que se puede traducir como lo baldío, que nada tiene que ver con abandono y vacío, sino con lo posible, en un plano que para muy pocos tiene sentido...

Traducción.


El Hipopótamo

El hipopótamo con su gran culo
reposa sobre la panza, en el fango.
Si bien parece muy sólido
es meramente carne y sangre.
 

Carne y sangre son débiles y frágiles,
y susceptibles a ataques de nervios;
mientras la Fe no caerá jamás
porque yergue sobre una roca.

Los ligeros pasos del hipo pueden errar
al abarcar finalidades materiales,
mientras que la Fe no debe removerse
para recoger sus dividendos.

El hipo nunca puede alcanzar
el fruto del mango en el mango:
pero los frutos del granado y del duraznero
refrscan la Fe desde más allá del mar.

En la época del acoplamiento la voz del hipo
revela roncas y extrañas inflexiones;
pero cada semana oímos a la Fe alegrarse
de ser una sola con Dios.

El día del hipopótamo transcurre
en el sueño; por la noche va a cazar.
Dios opera en forma misteriosa: La Iglesia
puede dormir y nutrirse al mismo tiempo.

Vi al pótamo echar a volar
ascendiendo desde las húmedas sabanas,
y coros de ángeles en torno a él cantando la alabanza

de Dios, en sonoras hosannas.

Será lavado con la sangre del Cordero
y será rodeado por brazos celestiales.
Lo podremos ver en medio de los santos
tocar un arpa de oro.

Quedará lavado y blanco como la nieve
 
besado por todas las vírgenes martirizadas,
mientras la Verdadera Iglesia permanecerá acá abajo
envuelta en las miasmas de la niebla antigua.


T.S. Eli

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