miércoles, 23 de enero de 2013

Yo canto lo que tú amabas; La poesía y su reconocimiento

¿Es posible salirse de la prisa? Ubicarnos en un sistema donde el impalpable progreso, deje de ser el agente destructivo y comience por dar lugar a su hacedor humano, en los tiempos de éste, sin la prisa de la cosas ficticias. En la naturaleza, debemos recordar, están las cosas vivas y las materiales en bruto, nunca he sabido de la existencia una mina o yacimiento de economía o mercadotecnia o derecho, tampoco de mas allá de lo poético o fantasioso he escuchado noticias sobre el hallazgo de un bosque de sueños o de un llano de emociones.

El lenguaje tiene recovecos, las palabras encierran significados similares, distintos en forma y fondo, pero sobre todo en sentido, en éste lugar casi común, no hay sinónimos. En el lado pragmático, las palabras funcionan primero para nombrar la realidad, mientras que unas mas que otras buscan acomodarse en el sentido de esclarecer los hechos, desmembrarlos, acercarlos aun entendimiento, el de la razón, que sólo nos sirve como marco de referencia para llegar ahí, donde el lenguaje exige un expertis a quien lo usa, cuando se cruza la barrera impuesta por la razón inamovible de la lógica y los argumentos; los opuestos, se definen como límites paralelos al incremento positivo o negativo de una misma función, que por ser paralelos, sólo se tocan en el infinito. Éste otro lado, donde no gobierna la razón, permite a los sueños un lugar real, incluso para mirar que son lo mismo que la realidad, en su materia, pero existe para quien o quienes los conciben más que el derecho, el deber de realizarlos, convertirlos en algo tan concreto, que pertenezca en su toda materialidad a la propia memoria.

Yo canto lo que tú amabas.

Yo canto lo que tú amabas, vida mía,
por si te acercas y escuchas, vida mía,
por si te acuerdas del mundo que viviste,
al atardecer yo canto, sombra mía.

Yo no quiero enmudecer, vida mía.
¿Cómo sin mi grito fiel me hallarías?
¿Cuál señal, cuál me declara, vida mía?

Soy la misma que fue tuya, vida mía.
Ni lenta ni trascordada ni perdida.
Acude al anochecer, vida mía;
ven recordando un canto, vida mía,
si la canción reconoces de aprendida
y si mi nombre recuerdas todavía.

Te espero sin plazo ni tiempo.
No temas noche, neblina ni aguacero.
Acude con sendero o sin sendero.
Llámame a donde tú eres, alma mía,
y marcha recto hacia mí, compañero.


Gabriela Mistral.

La propia memoria a veces miente, entrelaza la realidad con los sueños, con los deseos incluso con los con los pecados, ¿qué esto a lo que llamamos memoria? ¿es sólo una idea más, un bulto de recuerdos, una acompañante discreto, un lugar donde se deposita la experiencia, una sombra? Aquí Mistral, habla a la vida en segunda persona pero la llama mía y antes de cuatro versos la llama sombra, recordando un canto, condicionando el recuerdo de la canción al propio nombre, con y sin sendero, sin plazo ni tiempo, si fuese una adivinanza, yo diría: La memoria. Aquí memoria también es el juego de los pares «compañero» ¿acaso un calcetín es memoria del otro?, ¿o es que la vida en sí es par con la memoria? en éste juego de las verdades y las mentiras.





 
   

jueves, 17 de enero de 2013

Devuelto; La poesía y su reconocimiento

La realidad, no es lo contrario de los sueños, es desde lo más humano su motor primario, también el escenario para su posibilidad; el sueño no puede dejar de ser sueño, el arte al menos aquel que trasciende, que persiste; o es documento, o es sueño; pero sueño que al tiempo es tan propio y público, como imposible… Ese sueño es el lugar de la utopía, es decir del «no» lugar. El soñar así de ésta manera, es visitar lugares en la imaginación donde no existe ésta realidad tal como es, es donde se rompen todos los límites y se abre el abanico para modificarla. Una realidad llevada al sueño, revisada, modificada ahí, exige ser devuelta… La materia de los sueños es la realidad misma, en el sueño se es el tigre, la tormenta, el mar, la nave, la moneda, el tiempo. Y con ello se reconstruye otra realidad, la de los sueños; llena de las mismas cosas pero siendo (en ser) éstas. La empatía con todo, permite soñar(se); así sea que el sueño nos robe cuerpo y alma, nos permite despertar y como el rayo, hacer lo consecuente… Y cada noche de cada día regresar al viaje de la realidad al sueño.

Devuelto

A la cara de mi hijo
que duerme, bajan
arenas de las dunas,
flor de la caña
y la espuma que vuela
de la cascada...

Y es sueño nada más
cuanto le baja;
sueño cae a su boca,
sueño a su espalda,
y me roban su cuerpo
junto con su alma.

Y así lo van cubriendo
con tanta maña,
que en la noche no tengo
hijo ni nada,
madre ciega de sombra,
madre robada.

Hasta que el sol bendito
al fin lo baña:
me lo devuelve en linda
fruta mondada
¡y me lo pone entero
sobre la falda!


Gabriela Mistral.

De los sueños regresamos con emociones reales que alimentan y construyen la voluntad de perseguirlos, de explorarlos e intentar traerlos aquí a lo real. La voluntad impuesta al hacer, al quehacer; es la quien modifica la realidad, una bandera que guía el rumbo para establecer cambios. A decir de E. Nicol «la única definición operativa de humano; sería aquello que siempre ésta cambiando». Agregaría soñando. El tiempo y las ideas; después de la guerra, su armisticio, tregua y conclusión; se modificaron tanto o mas que la imagen de las ciudades; destrozadas en la desolación o inmersas en una urgente reconstrucción, importaron o exportaron sueños. Sueños que se filtraron en la textura del tiempo y las ideas: aparece la prisa, hiper-consciencia del tiempo que se apodera de la existencia. Desde entonces todo urge, todo es para ayer, para ya, el éxito se liga a la velocidad y se mide en función de ella; el tiempo es dinero, ya no vida. Ésta prisa invade de la filosofía hasta el chocolate, comenzó de pronto «The American dream, más tarde el AWOL; la era de la coca-cola, el «fast-food» y nestlé. Prisa que todo lo que toca, invade y gobierna; parece que se salva sólo la poesía como expresión del amor esa la urgencia del amante, pero también su pausa y sus estares… Hay sueños que se hacen pesadillas terribles, ¡Mas de noventa y seis mil millones de toneladas en basura, acumulada! Producimos basura, fabricamos hambre. El record establecido, es el sueño establecido, para ser alcanzado y… Alcanzarlo es soñar el sueño de otro. Pareciera que alcanzar cualquier sueño, ya sea propio o ajeno, llena el vacío interno, pero sucede que no, los hijos se van; la piel de un millón de amantes no sabe a ambrosía; toda la riqueza no paga la serenidad de un beso que quiere ser, esto tiene otro lado, mas allá del beso, el peso en la consciencia del gusto momentáneo por adquirir, no miente, engaña, porque el vacío adormecido de placer, sigue ahí; el poder (la piel del tigre) esa fuerza que enloquece hasta los más fuertes y centrados, lo que mas produce es el miedo a la libertad, no sólo del otro, la propia.








domingo, 13 de enero de 2013

Yo no tengo Soledad; La poesía y su reconocimiento

Sí, el sistema completo, su historia y sustento tendrán siempre que estar en duda; a decir de la teoría general de sistemas*, un sistema abierto está en constante intercambio con otros sistemas, circundantes, por medio de complejas interacciones; su conservación, existencia, «éxito» o permanencia depende de sí mismo, de la relación de todos sus integrantes entre sí y con el sistema mismo. ¿Qué pone en duda al sistema? Hay regiones donde los sueños, no dejan lugar para el egoísmo, donde pensarse a sí mismo como única elección ética resulta obsceno, donde el sistema físico-social, lo que compone la realidad, no permite la tregua del yo que ataja la locura, al menos la locura de la soledad no construida, ante esto la opción es irse; …Lugares donde hay lo que hay y nada más. Un sistema debe siempre revisarse a si mismo, ¿qué mueve al mundo?, los economistas dicen sin decirlo, que es la envidia, el motor inmóvil que todo lo mueve al modo del amor; ese querer sin necesitar, sin verse a sí mismo, donde la riqueza se construye a partir de la especulación del comercio mas allá de lo que se contiene en recursos naturales, sociales o productivos; es decir tener lo que sea pero tener; pensamiento radical conservador que se cimienta en la ética protestante; que opera como motivo para el macro sistema, en el que está inmerso éste mundo.

Sucede sin embargo que la mayor riqueza de un país, siempre son las personas, los que hacen de la realidad lo cotidiano, habitable, son consciencia; son en fin quienes sueñan; y son esos sueños los que ponen en duda al sistema, los Ingleses e Irlandeses a través de su literatura, han exportado al mundo, su miseria, sus disputas religiosas de fe y esperanza, su guerra, igual que otras islas, penínsulas y territorios geográficamente aislados, son más consientes de los límites que de las fronteras…

Yo no tengo soledad

Es la noche desamparo
de las sierras hasta el mar.
Pero yo, la que te mece,
¡yo no tengo soledad!

Es el cielo desamparo
si la luna cae al mar.
Pero yo, la que te estrecha,
¡yo no tengo soledad!

Es el mundo desamparo
y la carne triste va
Pero yo, la que te oprime,
¡yo no tengo soledad!


Gabriela Mistral.

Gabriela Mistral, apasionada ciudadana del mundo, medio huérfana en un territorio medio huérfano, escribe esto ¿quién tiene soledad en una isla habitada? en un territorio con límites claros y concretos que requieren de quien intente retarlos destreza, valor y sobre todo el poder de la voluntad de alcanzar los sueños. Estar es saber defenderse con el día a día de la tormenta, del clima; ser es en cambio, estar dispuesto a vencer los límites de lo que hay, a poner en duda el sistema, a redefinir el pensamiento y la realidad, gritando «Yo no tengo soledad» ese el lugar de la consciencia en donde cada uno reconoce al otro y a si mismo, entonces ahí se puede saber lo que es soñar, una realidad alternativa.

*L. von Bertalanffy, Teoría general de sistemas.

viernes, 4 de enero de 2013

Our language; La poesía y su reconocimiento

El sustento del Poder; mas allá de la economía, la administración de justicia y la fuerza pública, con sus mecanismos de represión; «Gewaltmonopol des Staates; el estado tiene (de forma legítima), el monopolio de la violencia, Weber»; es más, es el lenguaje mismo, como estructura del pensamiento eso que en el fondo hace legítima y posible ésta afirmación, que emana de un convencimiento de popular ante las circunstancias del discurso y su relación con la realidad, acotando la forma que es estructura del fondo: «Cualquiera que tenga el poder de hacerte creer en idioteces, tiene también el poder de hacerte cometer injusticias, Voltaire»; la persuasión en el lenguaje hablado, el discurso en sí, que sublima al lenguaje, que penetra y se pasea por los mas íntimos recovecos de la estructura del pensamiento, es el que convence y más cuando deleita, entonces embelesa. Éste es el principio de la seducción, aquello que atenta contra la parte más frágil de lo humano, el amor, el enamoramiento que convence sin que quepa la menor duda posible, de una verdad que, ilusoria como todas, resuena ahí adentro de la mente, casi como propia. ¿Acaso la lengua materna, alguna vez miente?

Our language

Thou, who sailest Norse mountain-air,
And Denmark's songs by the cradle singest,
Who badest in Hald the war-flames flare,
And, heard in our children's joy, gently ringest,-
Thou treasure of treasures,
Our mother-tongue,
In pains as in pleasures
Our home and our tower,
With God our power,-
We hallow thee!

Whispering secrets that Holberg stored,
Thou borest him home to a brighter morning,
Didst serve him with armor and whet his sword
For satire's assaults and for laughter's warning.
Thou spirit all knowing,
Our mother-tongue,
The ages foregoing,
The future now growing,
The present glowing,-
We hallow thee!

Kierkegaard thou to the deeps didst bring,
Where life's full currents in God he sounded.
For Wergeland wert thou the eagle's wing,
That lifted him sunward to heights unbounded.
Thou treasure of treasures,
Our mother-tongue,
In pain as in pleasures
Our home and our tower,
With God our power,-
We hallow thee!

Radiant warmth of a May-day
Thou to the spring of our freedom gavest.
In thy clearness our Norse flags aye
With song and honor afar thou wavest.
Thou spirit all knowing,
Our mother-tongue,
The ages foregoing,
The future now growing,
The present glowing,-
We hallow thee!

O'er the ocean unrollest thou
Thy carpet of flowers, a bridge that nigher
Can bring dear friends to meet even now,-
While faith grows greater and heaven higher.
Thou treasure of treasures,
Our mother-tongue,
In pain as in pleasures
Our home and our tower,
With God our power,-
We hallow thee!

Best of friends that I found wert thou;
Thou waitedst for me in the eyes of mother.
And leave me last of them all wilt thou,
Who knewest me better than any other.
Thou spirit all knowing,
Our mother-tongue,
The ages foregoing,
The future now growing,
The present glowing,-
We hallow thee! 

Bjrnstjerne M. Bjrnson

La lengua es el conocimiento, «Thou spirit all knowing» es también el mayor tesoro que tenemos, «Thou treasure of treasures» la forma de los sonidos y los significados con lo que nos explicarnos esa realidad que nos rodea y la forma en la que la habitamos: la afirmación o negación, la tormenta o la calma, el tigre o lo humano «With God our power», la canción o el silencio, el momento o el tiempo, la indulgencia o la condena, la suerte «The future now growing», la moneda, los sueños, el dolor o la alegría, la descendencia o vecindad «Our mother-tongue», la patria «The ages foregoing», la libertad. Sin lengua que se hable no hay Estado, ni clan ni familia, ni manera de pensar, expresar o explicar.
La lengua se matiza con las regiones, los clanes, la cultura en sí, todo aquello que se reconoce a si mismo se nombra y se ocupa de matizar el lenguaje, en su forma, estructura o sonido y en su fondo significante o significado. Lo que sustenta todo eso que llamamos: «el Sistema».
«La felicidad no es exterior, es interior y, no depende de lo que tenemos sino de lo que somos» son sólo palabras de ésta lengua en la que escribo, palabras que si las tomo en serio, ponen en duda el sistema completo, su historia y sustento… en los últimos ¿500 años?

Nuestra Lengua

Tú, que navegas el nórdico aire de montaña,
Y de Dinamarca canciones de cuna cantas,
Quién peor que en Hald ante el brillo del fuego de la guerra,
Y, escuchó en la alegría de nuestros niños, sonar suavemente, -
Tú, tesoro de los tesoros,
Nuestra lengua materna,
En dolores como en los placeres
Nuestra casa y nuestra torre,
Con Dios como nuestro poder, -
Nosotros te santificaremos!

Susurrando secretos que Holberg almacenó,
Tú le diste le hogar de un mañana más brillante,
Tú que le sirves con armadura y afilas su espada
Por asaltos de sátira y por la risa alerta.
Tú espíritu que todo lo sabe,
Nuestra lengua materna,
La Edad de los antepasados,
El futuro ahora está creciendo,
El brillante presente, -  

Nosotros te santificaremos!

Kierkegaard tú que de las profundidades has traído,
Donde las corrientes de la vida en Dios él sonaba.
Para Wergeland tú fuiste ala del águila,
Eso lo levantó hacia el sol a alturas sin límites.

Tú, tesoro de los tesoros,
Nuestra lengua materna,
En dolores como en los placeres
Nuestra casa y nuestra torre,
Con Dios como nuestro poder, -
Nosotros te santificaremos!

Calor radiante de un día de mayo
Tú a nuestra la primavera diste la libertad.
En tu claridad nuestras banderas nórdicas hondean
Con canción y honor, tú la mayor ola

Tú espíritu que todo lo sabe,
Nuestra lengua materna,
La Edad de los antepasados,
El futuro ahora está creciendo,
El brillante presente, -  

Nosotros te santificaremos!

Sobre el océano desenrollada tú
Tu alfombra de flores, un puente

Puedes traer amigos queridos a encontrarse, incluso ahora, -
Mientras que la fe crece más y más alto cielo
Tú, tesoro de los tesoros,
Nuestra lengua materna,
En dolores como en los placeres
Nuestra casa y nuestra torre,
Con Dios como nuestro poder, -
Nosotros te santificaremos!

Lo mejor de los amigos que he encontrado, tú fueras;
Tú esperas para mí en los ojos de la madre.
Y me dejo último de todos ellos que tú quieras,
¿Quién me conocieras mejor que cualquier otro?

Tú espíritu que todo lo sabe,
Nuestra lengua materna,
La Edad de los antepasados,
El futuro ahora está creciendo,
El brillante presente, -  

Nosotros te santificaremos!

Bjrnstjerne M. Bjrnson