jueves, 13 de noviembre de 2014

Y Que decir del… ¿Himno nacional?

 ¡EEeeEEEeeeeeeeeeEEeeeHHH …PUúTOooo!
(Grito de apoyo a méxico)
Anónimo, Brasil 2014

    La soberanía «reside» originarialmente en el pueblo, y su ejercicio en la representación nacional compuesta de diputados elegidos por los ciudadanos bajo la forma que prescriba la constitución. Estos tres poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, no deben ejercerse ni por una sola persona, ni por una sola corporación. Articulo 87, Bla, bla, bla bla, bla bla, bla bla, bla bla, bla bla, bla bla, bla bla, bla bla, bla bla, bla bla, bla bla, bla bla, bla«Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande».   ¿Y si así no lo hiciere…?

Mexicanos, al grito de guerra
el acero aprestad y el bridón,
Y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.

Ciña ¡oh Patria! tus sienes de oliva
de la paz el arcángel divino,
que en el cielo tu eterno destino
por el dedo de Dios se escribió.
Mas si osare un extraño enemigo
profanar con su planta tu suelo,
piensa ¡oh Patria querida! que el cielo
un soldado en cada hijo te dio.

En sangrientos combates los viste
por tu amor palpitando sus senos,
arrostrar la metralla serenos,
y la muerte o la gloria buscar.
Si el recuerdo de antiguas hazañas,
de tus hijos inflama la mente,
los laureles del triunfo, tu frente,
volverán inmortales a ornar.

Como al golpe del rayo la encina
se derrumba hasta el hondo torrente
la discordia vencida, impotente,
a los pies del arcángel cayó.
Ya no más de tus hijos la sangre
se derrame en contienda de hermanos;
sólo encuentre el acero en tus manos
quien tu nombre sagrado insultó.

Del guerrero inmortal de Zempoala
te defiende la espada terrible,
y sostiene su brazo invencible
tu sagrado pendón tricolor.
El será del feliz mexicano
en la paz y en la guerra el caudillo,
porque él supo sus armas de brillo
circundar en los campos de honor.

¡Guerra, guerra sin tregua al que intente
de la patria manchar los blasones!
¡Guerra, guerra!, los patrios pendones
en las olas de sangre empapad.
¡Guerra, guerra! En el monte, en el valle,
los cañones horrísonos truenen
y los ecos sonoros resuenen
con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!

Antes, Patria, que inermes tus hijos
bajo el yugo su cuello dobleguen,
tus campiñas con sangre se rieguen,
sobre sangre se estampe su pie.
Y tus templos, palacios y torres
se derrumben con hórrido estruendo,
y sus ruinas existan diciendo:
de mil héroes la patria aquí fue.

Si a la lid contra hueste enemiga
nos convoca la trompa guerrera,
de Iturbide la sacra bandera
¡Mexicanos!, valientes seguid.
Y a los fieros bridones les sirvan
las vencidas enseñas de alfombra:
los laureles del triunfo den sombra
a la frente del bravo adalid.

Vuelva altivo a los patrios hogares
el guerrero a contar su victoria,
ostentando las palmas de gloria
que supiera en la lid conquistar.
Tornáranse sus lauros sangrientos
en guirnaldas de mirtos y rosas,
que el amor de las hijas y esposas
también sabe a los bravos premiar.

Y el que al golpe de ardiente metralla
de la Patria en las aras sucumba
obtendrá en recompensa una tumba
donde brille de gloria la luz.

Y de Iguala la enseña querida 

a su espada sangrienta enlazada,
de laurel inmortal coronada,
formará de su fosa la cruz.

¡Patria! ¡Patria!, tus hijos te juran
exhalar en tus aras su aliento,
si el clarín con su bélico acento
los convoca a lidiar con valor.
¡Para ti las guirnaldas de oliva!
¡Un recuerdo para ellos de gloria!
¡Un laurel para ti de victoria!
¡Un sepulcro para ellos de honor!


Francisco González Bocanegra.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Dies iræ (Día de la Ira)


A quien corresponda, a los traidores (por ejemplo)…
Corren tiempos violentos, así para los vivos como para los muertos. 

No hay réquiem que evite cita o referencia a este himno con sus versos dípticos rimados, Mozart, Verdi, Dvořák, Biber, Britten, Berlioz, lo incluyen en sus réquiems, entre muchos, el himno de la Ira de Dios, es también si no parte integral, sí referencia clara en composiciones diversas tanto cultas o sinfónicas como ligeras, en piezas de Brahms, Lizt, Mahler, Rachmaninov, Haydn y otros. Su titulo se ha retomado para más de una docena de (LPs) y bandas sonoras. Yo sólo quería hablar de lo hermoso y eficiente que es el Latín, de los versos de ocho silabas en dípticos y cosas así.

Pero no será posible mientras el barquero cruza el río Balsas, y los narradores de la historia reciben su «iguala» por silencio o sigilo; cuando todos buscamos una puerta cuya inscripción no sea: ¡Abandona aquí toda esperanza! Y sin embargo, parece que hemos llegado hasta aquí de la mano de Virgilio, que apunta:
«aquí es donde te dije que verías a la adolorida gente, que a perdido el bien de la inteligencia.» ¿Qué esperanza pueden tener los muertos?, más allá de ser cifras para documentos oficiales en diarios insensibles o encabezados indignantes; números de nombres ocultos con cuerpos anónimos. Para ellos, ¿éste es aquel día?, ¿el día de la Ira? Lo cierto es que la Ira termina casi siempre en la muerte y los sublimes réquiems no siempre logran atarla, sino por el contrario son vitaminas que avivan su fuego. Dicen que el fuego quema, que no se debe jugar con él, pero la Ira prende y consume más, y más pronto que él.

La más pequeña chispa rompe la más profunda oscuridad, que ante la luz de los hechos se consume a sí misma… cuidado, si desatamos la Ira, sedentes y disidentes todos por igual se reducirán a cenizas.

   «…15Día de ira el día aquel, día de angustia y de aprieto, día de devastación y desolación, día de tinieblas y de oscuridad, día de nublado y densa niebla, 16día de trompeta y de clamor, contra las ciudades fortificadas y las torres de los ángulos…»

Sofonías, 1: 15-16

 
Dies Iræ.

Dies iræ, dies illa,
Solvet sæclum in favilla,               
Teste David cum Sibylla !

Quantus tremor est futurus,
quando iudex est venturus,
cuncta stricte discussurus !

Tuba mirum spargens sonum
per sepulcra regionum,
coget omnes ante thronum.

Mors stupebit et Natura,
cum resurget creatura,
iudicanti responsura.

Liber scriptus proferetur,
in quo totum continetur,
unde Mundus iudicetur.

Iudex ergo cum sedebit,
quidquid latet apparebit,
nihil inultum remanebit.

Quid sum miser tunc dicturus ?
Quem patronum rogaturus,
cum vix iustus sit securus ?

Rex tremendæ maiestatis,
qui salvandos salvas gratis,
salva me, fons pietatis.

Recordare, Iesu pie,
quod sum causa tuæ viæ ;
ne me perdas illa die.

Quærens me, sedisti lassus,
redemisti crucem passus,
tantus labor non sit cassus.

Iuste Iudex ultionis,
donum fac remissionis
ante diem rationis.

Ingemisco, tamquam reus,
culpa rubet vultus meus,
supplicanti parce Deus.

Qui Mariam absolvisti,
et latronem exaudisti,
mihi quoque spem dedisti.

Preces meæ non sunt dignæ,
sed tu bonus fac benigne,
ne perenni cremer igne.

Inter oves locum præsta,
et ab hædis me sequestra,
statuens in parte dextra.

Confutatis maledictis,
flammis acribus addictis,
voca me cum benedictis.

Oro supplex et acclinis,
cor contritum quasi cinis,
gere curam mei finis.

*(Lacrimosa dies illa,
qua resurget ex favilla
iudicandus homo reus.

Huic ergo parce, Deus.
Pie Iesu Domine,
dona eis requiem.)

Amen.

Tomás de Celano

*(Los últimos dos versos, son catalíticos no dísticos rimados, como el resto, aparentemente se añadieron posteriormete con fines litúrgicos).


  1-  3 illa, villa, bylla; 2,2,2
  4-  6 turus, turus, surus; 2,2,2
  7-  9 sonum, ionum, ronum; 2,2,2
10-12 natura, creatura, ponsura; 3,3,3
13-15 retur, netur, cetur; 2,2,2
16-18 debit, rebit, nebit; 2,2,2
19-21 dicturus, rogaturus, securus; 3,3,3
22-24 estatis, gratis, ietatis; 3,3,3
25-27 pie, viæ, die; 1,1,1
28-30 lassus, passus, cassus; 2,2,2
31-33 tionis, sionis, rationis; 3,3,3
34-36 visti, disti, disti; 2,2,2
37-39 dignæ, benigne, igne; 2,2,2
40-42 præsta, sequestra, dextra; 2,2,2
43-45 maledictis, addictis, benedictis; 4,3,4
46-48 clinis, cinis, finis; 2,2,2
     49 Amen. 2

(16x3)+1; (6+1=7, 7x3=21), (21x2)+7=49 

Traducción.

Día de la Ira, aquel día
los Siglos serán cenizas;
testigos de David y Sibila.
¡Cuánto terror trae el futuro
cuando el juez haya de venir
a juzgar todo estrictamente!
Grandes trompetas esparcirán su sonido
por el reino de los sepulcros
reunirá a todos ante el trono.
Muerte y Naturaleza asombradas,
cuando resurja la criatura
para ser juzgada.
Aparecerá el libro escrito
en que se contiene todo
y con el que se juzgará al mundo.
Así, cuando el juez se siente
lo escondido se mostrará
y no habrá nada sin castigo.
¿Qué diré yo entonces, pobre de mí?
¿A qué protector rogaré
cuando apenas el justo esté seguro?
Rey de tremenda majestad
tú que vas salvando
sálvame, fuente de piedad.
Acuérdate, piadoso Jesús
de que soy la causa de tu calvario;
no me pierdas en aquel día.
Buscándome, te sentaste agotado
me redimiste sufriendo en la cruz
no sean vanos tantos trabajos.
Justo juez de venganza
concédeme el regalo del perdón
antes del día del juicio.
Grito, como un reo;
la culpa enrojece mi rostro.
Perdona, Señor, a este suplicante.
Tú, que absolviste a Magdalena
y escuchaste la súplica del ladrón,
me diste a mí también esperanza.
Mis plegarias no son dignas,
pero tú, al ser bueno, actúa con bondad
para que no arda en el fuego eterno.
Colócame entre tu rebaño
y sepárame de los machos cabríos
situándome a tu derecha.
Confundidos los malditos
arrojados a las llamas voraces
hazme llamar entre los benditos.
Te lo ruego, suplicante y de rodillas,
el corazón acongojado, casi hecho cenizas:
hazte cargo de mi destino.
*(Día de lágrimas será aquel renombrado día
en que resucitará, del polvo
para el juicio, el hombre culpable.
A ese, pues, perdónalo, oh Dios.
Señor de piedad, Jesús,
concédeles el descanso. )
Amén.

sábado, 13 de septiembre de 2014

To a Mouse…(¿Justicia?)

 A mamá,
y a todos los que sufren por la desesperación de perder su hogar…

«La verdad sólo puede ofender a quien tiene puesta su alma al servicio de lo oscuro»
La santa de Ávila.

La justicia es aquella, que sólo otorga el silencio, cuando todos asientan la cabeza mientras se pasea suspendida, salida del anónimo, la frase hecha: «…Justicia divina…». ¿Porqué no nos alcanza la justicia humana, ni la social, ni la ética? ¿Porqué esperamos que los temerosos dioses actúen entre el karma y el castigo? ¿Porqué ese «tienes que vivir», en lo humano, se traduce también y cada vez más en destruir…? 

Nunca habrá justicia mientras un semejante, «nacido de la tierra e igualmente mortal» esté «sin casa y sin hogar…
 …para soportar los aguaceros del invierno y el frío rocío de la mañana».

Casi todos los padres mienten a sus hijos, los amenazan con un futuro difícil y complicado, un futuro de competencia despiadada, también los predisponen para ello… La ironía es que nos separamos de la naturaleza para crear una «civilización» donde la vida debiese ser más que la simple supervivencia, pero seguimos siendo los mismos salvajes, con más recursos y tecnología, «a bunch of monkeys» vestidos con corbata, tratando de arrebatar lo que se pueda a la otra pandilla… cien familias controlan el noventa por ciento de la riqueza acumulada del planeta, los demás sólo sobreviven.

(Nota: para quien, como yo, no esté acostumbrado al dialecto escocés del S. XIII,
le recomiendo leer primero la traducción.)

 "To a Mouse,
on Turning Her Up in Her Nest with the Plough"

Wee, sleekit, cowran, tim'rous beastie,
O, what a panic's in thy breastie!
Thou need na start awa sae hasty,
Wi' bickering brattle!
I wad be laith to rin an' chase thee,
Wi' murd'ring pattle!

I'm truly sorry Man's dominion
Has broken Nature's social union,
An' justifies that ill opinion,
Which makes thee startle,
At me, thy poor, earth-born companion,
An' fellow-mortal!

I doubt na, whyles, but thou may thieve;
What then? poor beastie, thou maun live!
A daimen-icker in a thrave 'S a sma' request:
I'll get a blessin wi' the lave,
An' never miss't!

Thy wee-bit housie, too, in ruin!
It's silly wa's the win's are strewin!
An' naething, now, to big a new ane,
O' foggage green!

An' bleak December's winds ensuin,
Baith snell an' keen!

Thou saw the fields laid bare an' wast,
An' weary Winter comin fast,
An' cozie here, beneath the blast,
Thou thought to dwell,
Till crash! the cruel coulter past
Out thro' thy cell.

That wee-bit heap o' leaves an' stibble,
Has cost thee monie a weary nibble!
Now thou's turn'd out, for a' thy trouble,
But house or hald.
To thole the Winter's sleety dribble,
An' cranreuch cauld!

But Mousie, thou are no thy-lane,
In proving foresight may be vain:
The best laid schemes o' Mice an' Men,
Gang aft agley,

An' lea'e us nought but grief an' pain,
For promis'd joy!

Still, thou art blest, compar'd wi' me!
The present only toucheth thee:
But Och! I backward cast my e'e,
On prospects drear!
An' forward, tho' I canna see,
I guess an' fear!

Robert Burns

«…recordarás que comiste tortillas, pero no recordarás su sabor, ni como su masa se deshacía en tú boca, recordarás que estuviste en la revolución y lo contarás a tus nietos, pero olvidarás porque luchábamos, quizá llores o sonrías, cuando recuerdes al joven general que quería cambiar al mundo o al viejo escritor que sólo quería despedirse de él.»
 C. F.

La memoria cómplice absoluta, ante el ansia de poder, se vuelve truculenta, traiciona todo aquello que nos  mueve a existir. Alud Lang Syne de Robert Burn, es el himno de todas las despedidas, para los británicos, pero hoy esa tonalidad no es la que está en la mesa, el ratón de campo escoces, despierta y mira como es que «el sistema» le ha dejado sin casa, sin hogar, tratando de recuperar el otro lado de la memoria, aquello que había anulado, para sumarse al basto imperio británico, desde el ansia de poder, asegurándose una constante prosperidad sostenida a cambio de «la mezcla escocesa». «Pero ratoncillo, aún los más previsores planes», sólo dejan pena y dolor… Hoy que todos los futuros prometidos se tanbalean y se desvanecen, que la libertad se reduce a marcas y productos, desechamos incluso la propia sangre, a cambio de un poder que siempre es un espejismo de la retórica de un sistema que se pudre.


Traducción:

«A un ratón de campo, 
al sacarlo de su madriguera con un arado.»
 
Pequeña, sedosa, temerosa bestia arrinconada 
¡Qué gran pánico hay en tu pecho! 
No tienes por qué huir tan presuroso, 
con tanto alboroto 
No es mi intención correr tras de tí 
con azada homicida.

 
Siento de veras que el dominio del hombre 
Haya roto el pacto que la Naturaleza establece, 
y justifique la errada opinión 
Que te hace mirar atónito 
pobre compañero nacido de la tierra. 
E igualmente mortal. 
 
No dudo, no obstante, que es posible que robes 
¿Qué importa?, pobre criatura, ¡tienes que vivir! 
Una espiga ocasional de una gavilla 
es pequeña pretensión. 
¡Me daré por contento con el resto 
Y ni la echaré en falta!


 
De tu pequeña casita, también en ruinas, 
sus frágiles paredes los vientos esparcen 
Y no hay, ahora, para construir una nueva, 
Hierba recién cortada! 
¡Y los vientos miserables de diciembre están al caer, 
tan severos como vivos!


 
Tú que viste los campos quedar desnudos y yermos 
Y cómo el duro invierno se echaba encima 
Y aquí, calentito, a salvo de la tormenta 
Pensaste que te quedarías 
hasta que el cruel labriego pasó 
y arrancó tu refugio.
 
Ese pequeño montón de hojas y ramujos 
te había costado unas cuantas roeduras agotadores 
Ahora te han dejado, después de todo tu esfuerzo 
Sin casa ni hogar 
Para soportar los chorreantes aguaceros del invierno 
Y el frío rocío de la mañana.
 
Pero Ratoncillo, tu no estás solo
Para probar que la previsión puede ser en vano:
Los más previsores planes de ratones y hombres
A menudo salen mal,
y nos dejan nada más que pena y dolor
en lugar de la alegría prometida
 
Aún así, comparado conmigo, tú eres bendecido!
El presente sólo te tocare:
Pero Och! Eché hacia atrás la mirada,
A la perspectiva Sombría!
Hacia el futuro, aunque no puedo ver na´,
Supongo que está el miedo!
 
Robert Burns

jueves, 19 de junio de 2014

O Captain! my Captain!


«Yo soy, amigo mío, aquel al que mataste.
Te conocí en lo oscuro, pues tenías el gesto
con el que ayer hundiste en mí tu bayoneta.
Intenté, sí, esquivarla, pero estaban heladas
y dormidas mis manos.  Durmamos, pues, ahora...».

Wilfred Owen.

Guerra, es más que hablar del candor y el dolor de las batallas; o de la muerte, la desesperanza y el desasosiego; aún más que las causas y los ideales que contruyen el honor, la victoria y los heroes. Es la suspensión de la ética, la cancelación de las garantías, la disolución de la opinión personal y pública. Un orden sustituye a otro: la duda constante sobre la vida ante el destino. Así la estrategia para la supervivencia de unos, presupone la destrucción o sumisión de los otros. Evolucionamos como especie, dicen los arqueólogos, ya con perros, fuego y «guerra»; el arte de la organización para la caza, de pronto se convirtió en la organización para el asalto… La nueva especie, en consciencia, entierra a sus muertos, reconoce y venera a sus antepasados, inventa lo sagrado, y el lugar para ello. El arte que se pone al servicio del poder, ante la anarquía establece una dirección: El orden, así el arte se encarga de enoblecer los actos de violencia y justificar así la fundación de los imperios, exaltar las victorias, alimentar con compasión humana las batallas, perdidas o ganadas; vacías de humanidad. Crea sujetos como musas y diosas que se componen de los conceptos de orgullo, honor, patria y victoria. La «πρᾱξις έ τέχνη» (pragmatismo y técnica) en su camino, pasan de la herramienta y el oficio, a las armas. La estrategia. Mientras la «ποιέω poiesis» o poética que corteja e incide, intenta darles algún sentido humano con la complicidad del tiempo, cuando el olor a sangre y muerte se disipan, la memoria almacena las heridas y las emociones en zonas profundas; entonces las madres vuelven a evocar valientes guerreros entre sus hijos… Hasta que «la nieve cae, sobre todo el territorio, sobre todos los vivos y sobre todos los muertos», entonces el frío nos recuerda que somos seres de piel y contacto, no carne de cañón:


O Captain! my Captain!

O Captain! my Captain! our fearful trip is done,
The ship has weather’d every rack, the prize we sought is won,
The port is near, the bells I hear, the people all exulting,
While follow eyes the steady keel, the vessel grim and daring;
But O heart! heart! heart!
O the bleeding drops of red,
Where on the deck my Captain lies,
Fallen cold and dead.

O Captain! my Captain! rise up and hear the bells;
Rise up—for you the flag is flung—for you the bugle trills,
For you bouquets and ribbon’d wreaths—for you the shores a-crowding,
For you they call, the swaying mass, their eager faces turning;
Here Captain! dear father!
The arm beneath your head!
It is some dream that on the deck,
You’ve fallen cold and dead.

My Captain does not answer, his lips are pale and still,
My father does not feel my arm, he has no pulse nor will,
The ship is anchor’d safe and sound, its voyage closed and done,
From fearful trip the victor ship comes in with object won;
Exult O shores, and ring O bells!
But I with mournful tread,
Walk the deck my Captain lies,
Fallen cold and dead.

Walt Whitman.
Leaves of Grass
(David McKay, 1891).



 
Salvo los veinte años en paz y sólo en occidente; que se vivieron mientras Adriano consolidaba la Roma Imperial; desde Hamurabí y después el imperio de los acadios, hasta el día de hoy, la guerra, por más de cuatro mil años, ha estado unida a la existencia humana, es parte integral y fundacional de toda la cultura; incluso las culturas pacifistas dan una gran importancia al arte de la guerra. Parece ser el eje fundamental de la historia. La violencia, el ejercito y las armas son, si no el último recurso, sí, la persuasión y la amenaza continua y constante que acompañan con intriga y estrategia. Bajo el velo oscuro de la economía y el progreso sostenido, las decisiones vicerales de los humanos, así como se contruyen odios, enemigos y derechos inexistentes sobre el territorio y la voluntad de los otros, también construyen tribus saturadas de un fanatismo que establece las diferencias, escoge al destinataro del odio o al objeto de envidia, lo que debe ser poseido o controlado. La búsqueda de un estado universal (dominio sobre todo el mundo conocido) es y ha sido el sueño de todo imperio; la locura del emperado: a mayor territorio bajo control, mayor sensación de poder. Poco tienen que ver con este sueño los «héroes» y sus hazañas, es innumerable la cantidad de abusos que se cometen cada día en nombre de la Libertad, la Justicia y últimamente ésta especia de hija casi ilegitima de la idea de republica: la democracia. Siempre, el que ataca busca un motivo y el otro, que defiende, una salida. Casi siempre gana (o más bien, consigue la paz), quien tiene recursos suficentes para sostener el estado de guerra, pero los papeles se invierten una y otra vez como un tiro de dados.

La Ilíada inspiró a Alejandro el Macedonio; Charles Martel aprovecho sus victorias como «libertador» sobre los invasores moros, para así consolidar un imperio, que evoluciono en la época mas oscura violenta y abusiva de la historia… ¿Qué falta por decir de Henry V?, de las Cruzadas, Flandes o la Alemania Nazi. Incluso los míticos mosqueteros como D'Artagnan o Cyrano de Bergerac o la misma República Francesa con su revolución y sus ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad; se convirtien en el «leiv motiv» para los ejércitos de Napoleón. La intriga, derivada de la envidia y la avaricia son la única constante. …Humillaciones como el tratado de Versalles, encuentran su «victoria» final, casi cien años después, con una globalización que más parece una empresarización del mundo.
«…internacionalicemos todos los arsenales nucleares… Ellos ya demostraron que son capaces de usar esas armas, provocando una destrucción millares de veces mayor que las lamentables quemazones hechas en las florestas… Comencemos usando esa deuda para garantizar que cada niño del mundo tenga posibilidad de comer y de ir a la escuela. Internacionalicemos a los niños, tratándolos a todos -no importando el país donde nazcan- como patrimonio que merece cuidarse en el mundo entero, aún más de lo que Brasil merece la Amazonia. Cuando los dirigentes traten a los niños pobres del mundo como un patrimonio de la humanidad, ellos no dejarán que trabajen cuando deberían estudiar, que mueran cuando deberían vivir.

Cristóvão Buarque.
 (fragmento de su respuesta a la internacionalización de la amazonia)
 
Sólo que hay una diferencia, desde Alejandro, Hengis Khan, Saladino, Napoleón Bonaparte; incluso los Imperios como el Otomano o Roma, vaya hasta la cruel Margot; sabían lo que querían, tenían una idea de sociedad, orden, cultura y civilización. Hoy los Emperadores Empresarios como Nestlé, Monsanto y Coca-Cola (los más conocidos o dañinos), sin ninguna ética o responsabilidad de cultura o población y, exentos de humanidad y compasión, ponen a sus pies a los estados y sus recursos. Ellos sólo quieren ver más ceros en sus cuentas bancarias, sin importarles en lo más mínimo la miseria, el deterioro y el daño que exportan y provocan. La guerra ha cambiado… Hemos pasado del horror de la guerra al horror de la Paz.
Pero ¿Acaso vamos a ver en silencio como un empresa destruye cuarenta mil años de cultura y domesticación de granos y semillas, para que una sola familia sea dueña de la producción de todo el campo?
RP

Traducción.

Oh Capitán, mi Capitán:

¡Oh Capitán, mi Capitán! nuestro espantoso viaje ha terminado.
la nave al fin venció todos los escollos, el premio buscado fue ganado.
El puerto está cerca, las campanos oigo, la gente toda regocijo
mientras sigue con la mirada la quilla estable, el buque osado y soberbio.
Pero, oh corazón, corazón, corazón
de rojo escurren gotas
cuando sobre la cubierta mi Capitán tende
caído, frío y muerto.

Oh Capitán, mi Capitán, levántate y escucha las campanas;
levántate —por ti se ha izado la bandera— para ti vibra el clarín,
para ti son los ramos, las coronas —por ti multitud de cintas

Por ti clama la multitud que se arremolina, sus ansiosas caras voltean
¡Aquí Capitán! ¡Padre querido! El brazo bajo tu cabeza!
Es una ilusión que en la cubierta,
has caído frío y muerto.

Mi Capitán no responde, sus labios pálidos y quietos,
mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad.
Anclada está la nave sana y salva, el viaje ha concluido,
de un espantoso viaje la victoriosa nave llega con su triunfo;
agiten listones, suenen campanas
pero con paso fúnebre
camina la cubierta mi Capitán tendido,
caído, frío y muerto.



jueves, 1 de mayo de 2014

Haymarket [Laborday]

 "The day wil come when our silence will be more powerful 
than the voices you are throttling today"

Haymarket affair memorial.



Cada día millones de personas entregan lo más valioso de su existencia, su tiempo de vida que a decir de Gorges Bataille, su única posesión real. ¿Cual es el sentido de este sacrificio? ¿para cada quién para cada cuál? ¿Cómo y dónde se guarda tanta riqueza? ¿Qué valor tiene el trabajo?¿Qué valor tiene el salario? Si cada hora de trabajo tiene un sentido ¿…?


Haymarket Poem
Albert Parsons Speaks
Cook County Jail, November 11, 1887

I’ll hang for the eight-hour day.
I’ll hang for the lies of the Chicago Tribune,
for the wealth of Marshall Field,
and for that upstart son of a McCormick
at the Reaper plant. I’ll hang for the Haymarket,
for the right of assembly, for free speech. 
I’ll hang without a shred of evidence.
The four of us will hang because we dared
to be editors of a workers’ press,
dared to expose the moneys stolen
by the wealthy meant for relief of the poor
after the great fire, dared to remember
the war fought to free the southern slaves,
dared to consider another slavery
in the factories and the docks and the rails
dared to dream of fresher air and a day matched
to the rhythm of the sun, and god-knows                            
for work for all men, for all women.
I am not innocent of the knowledge
of greed and despair.  I am not innocent
of how men shed blood.  At twelve, I ran from
indenture to a Galveston pressman
to serve in a war, and came to see the injustice
of the cause for which I fought.  I fought
for the Confederacy, and then I fought
for the right of former slaves to work
for a decent wage.  I came to Chicago
for a new life, and found men who think
wealth the only citizenship, and money
the only privilege; men who pronounce
others unworthy of dignity; but
I found another form of comradeship
among those who fight for right.
You, the wealthy, will hang us now
for the justice of our cause.

jueves, 3 de abril de 2014

Full moon at Tierz: before the storming of Huesca. En los campos de Huesca.


Por favor, a quien recuerde la guerra, que le saquen un ojo…
Pero a quien se le olvide, que le saquen los dos
(Esto, se leía en una pinta en Barcelona, aún en el ´93).



No por amor, por envidia… se va a la guerra con la sensación de inseguridad entre distintos miedos, propios y ajenos, que se suman a la estupidez que mantiene «lo establecido», como la «única» forma posible y válida de existencia. Lo bueno y la malo, desde la perspectiva propia, son la medida de las cosas y la razón se somete a la fuerza.

En el contexto de una conversación, a riesgo de perder un ojo, sin pretención alguna, saltó un argumento que podría ser en esencia profano: —Es una de las pocas guerras justas que ha habido en la historia… La respuesta, súbita y sin demora: —¡No hay guerras justas! ¡Eso no es posible!— Pero luego de un largo silencio, inmensurable, se desataron las preguntas: —¿Qué es o como sería una guerra justa? ¿Es acaso posible? ¿Acaso entre los horrores y consecuencias de la guerra, puede haber justicia?… Los niños siempre están jugando a la guerra, la fuerza, la destreza, la habilidad de vencer, la estrategia, el honor, poco tienen que ver con los motivos de un conflicto. La guerra es una actividad intrínseca a la cultura humana, de hecho la historia como nos la hemos contado es la del poder y las guerras que lo sustentan, los imperios y sus conquistas, sus horrores sólo se exhibieron al público por primera vez hasta Crimea, no porque no se conocieran antes, Cesar llevaba los genitales de los galos en su estandarte, sino porque los conceptos de violencia, horror y humanismo han dado otra consciencia, transformando incluso la idea de la guerra, quizá hace doscientos años cuando se educaba para la guerra como la máxima expresión de valor, honor o de la idea de patria y nación; el argumento en sí mismo no tendría sentido alguno… donde el ejercito está oculto en lo civíl y aparece como si fuese el agua bajo la tierra, la fuerza invisible que sostiene todo el orgullo y toda la nobleza de un pueblo.

Sloterdijk, hace unos años publicó un texto sobre la ira y el tiempo, argumentando que los viejos demonios andan sueltos, que la ira es la primera palabra de Europa: «Canta, oh diosa, la ira del pélida Aquileo…» Sin embargo insisto a todas luces, la primera palabra de occidente es, canta, pero qué ¿siempre cantaremos la ira?


Lo más humano de lo humano, es la mezquindad y la violencia, educamos en la violencia imponiendo nuestra propia debilidad y miedos, las miserias que nos gobiernan se apropian del derecho sobre todo y todos. En el mundo de la razón, donde la lógica gobierna, intentamos con nuestra tecnología, que para existir destruye al ecosistema y nos aisla de él, salvar al ecosistema de nosotros mismos; para preservar un sistema basado en la destrucción, en la violencia, tanto activa como pasiva, que es la que lo sostiene y sustenta.

En el teatro de la vida, necesitamos a los demonios para cargarles la culpa de nuestra mezquindad: el Te, el Chicle, el Tabaco, el Alcohol, la Mariguana, el Comunismo, el Dinero, el Consumismo, la Educación, la Libertad, la anarquía, el orden, las religiones, nada tienen del «Mal» en sí mismos, ni contienen en esencia culpa alguna.

Es la capacidad para defenderse o la emoción de vencer, pero toda la química del cerebro es invadida por la testosterona, en la libertad de matar se desata la expresión misma o máxima de la violencia, es la relación personal, discreta e íntima con el miedo y el dolor. La iniciación que implica provarse ante ello, soportarlo, literalmente sobrevivirlo.

La guerra o su fantasma, es la forma para someter o controlar al otro y, o, desgastarlo; para tomar el control de sus recursos y obligarlo así a consumir productos que sólo enriquecen a los provocadores. Sirve también para contener o destruir costumbres o ideas, consideradas «nocivas», para las propias; también para expandir las propias o el territorio o para imponer un orden o control sobre esos otros. Y así, siempre sostener el incremento o progreso productivo y su consecuente emoción: el poder. Toda actividad humana está ligada a una ecnomía y ésta a su vez a los intereses de unos cuantos.

La guerra como oficio, ¿cuándo deja ser «la defensa legítima del derecho (esto incluye ideas y libertades) o del territorio propios»? ¿Cuándo es la expresión y consumación de la envidia? ¿Cómo es que un nosotros se traduce a no-otros? Una vez asegurada la supervivencia, desde el ínstinto de conservación de la especie, hasta la mezquindad en sus orígenes, como consecuencia directa de la necesidad de expansión de la «emoción de poder», cuando esta emoción pierde su incremento, ante la estabilidad o por el decaimiento progresivo, propio de todas las emociones y de los procesos químicos o físicos que las producen o provocan (inspiran).




«De todas las historias de la Historia la más triste sin duda es la de España,
porque termina mal. Como si el hombre, harto ya de luchar con sus demonios,
quisiera terminar con esa historia de ese país de todos los demonios»

Jaime Gil


"It was in Spain that [my generation] learned that one can be right and yet be beaten, that force can vanquish spirit, that there are times when courage is not its own recompense. It is this, doubtless, which explains why so many, the world over, feel the Spanish drama as a personal tragedy."

Albert Camus


En España, en esa República, hija de la indignación desde los años de Lucrecia, como nos lo recuerda Sloterdijk; es la idea misma de ella, lo que se perdió en esa guerra. La Segunda República Española, apuntalaba libertad sin violencia, ni ira y, puso en jaque toda la idiosincrasia de la época en Europa, desde la monarquía, al comunismo, más sobre todo al fascismo, que entoces y casi de «mode» se saboreaba como la «única» solución a un reinante y desolado desorden que en su «tregua», había dejado la guerra en Europa o como la denomina la historia, La Gran Guerra.


Full moon at Tierz: before the storming of Huesca.

The past, a glacier, gripped the mountain wall,
And time was inches, dark was all.
But here it scales the end of the range,
The dialectic's point of change,
Crashes in light and minutes to its fall.

Time present is a cataract whose force
Breaks down the banks even at its source
And history forming in our hands
Not plasticine but roaring sands,
Yet we must swing it to its final course.

The intersecting lines that cross both ways,
Time future, has no image in space,
Crooked as the road that we must tread,
Straight as our bullets fly ahead.
We are the future. The last fight let us face.

© Rupert John Cornford. All rights reserved

Luna llena en Tierz, antes de el asalto a Huesca.
(Sin traducción).



En los campos de Huesca.

En los campos de Huesca
donde la luna llena lanza sombras claras
como la luz,
la inocencia de esta llanura silenciosa
pronto se deshará con sudor y sangre y dolor
cuando nuestra posición se gane o se pierda.
La misma noche cae sobre Alemania
Y la imparcial belleza de las estrellas
ilumina desde el cielo insensible
Oraniemburgo, y las cicatrices de la libertad.
No podemos hacer nada para aliviar el dolor
más que demostrar que la agonía no ha sido en vano,
entendamos lo antes posible
que la libertad nunca se defiende sin luchar.

Rupert John Cornford murio pocos días después de escribir esto, en la guerra de España, junto a el murió en europa la idea de una república sin ira, sin violencia.

No existe tal cosa como ganar una guerra, en el mejor de los casos, se consigue la Paz.