sábado, 11 de mayo de 2013

Llorar a lágrima viva...

Si parece que el amor iba a triunfar, llega la desgracia. Cuando las lágrimas brotan, llega un anuncio tranquilizador.

Para los antiguos griegos, las secreciones tenían un sentido de "katarsis" separación o descarga, "limpieza de impurezas". Contienen fluido lagrimal que está compuesto de agua, mucina, lípidos, lisozima, lactoferrina, lipocalina, lacritina, inmunoglobulinas, glucosa, urea, sodio y potasio. En los ojos sanos de los mamíferos la cornea está continuamente, mantiene húmeda y se alimenta de lágrimas basales las cuales, lubrican el ojo y ayudan a mantenerlo libre de polvo. Las lágrimas reflejas intentan lavar los irritantes que puedan haber estado en contacto con el ojo; cebollas, vapor, calor, luz intensa o, por vomito y bostezo; Hay otras lágrimas cuya textura es el sollozo; Aristóteles dentro de su definición tragedia dice: "Las lágrimas son la purificación de las pasiones aparejada con el reconocimiento de la compasión y el temor". Nacen del estrés emocional por el luto el dolor o el enojo, las lágrimas de Elizabeth Bishop son "resultado del desborde de las emociones". ¿Alguien puede olvidar la imagen de Alice, flotando dentro de una botella, en el mar de lágrimas? Pienso que contener las lágrimas, ya sea por orgullo, vergüenza o vanidad, es sin duda la puerta para el lado oscuro del corazón, donde se engendra la violencia, "...del miedo al odio, del odio al dolor, del dolor a la ira, de la ira a la violencia, ese es el camino al lado oscuro del corazón." Siempre hay que vivir el dolor y llorarlo, esa catarsis de purificación del alma, recupera hasta cierta inocencia, para creernos(la)...  


Llorar a lágrima viva.

Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!


Oliverio Girondo.

Llorar, es soltar la vergüenza de ser simple y sencillamente humanos, es demostrar que cuando algo se rompe reconocemos su valor, es la limpieza de la propia casa, quitarse la basura en el lugar donde habitamos aquello que es el Ser, es indispensable para hallar la paz, es un acto solidario con lo propio, detener el tiempo en un momento y sentirnos en el llanto y, es también, para mí, la puerta de la redención, en el camino al valle de las nostalgias.

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