domingo, 26 de agosto de 2012

A song in storm; la poesía y su reconocimiento.

Las palabras sólo construyen con el fuste de los hechos, muchos son los ejemplos pero cuando se deja lo propio, lo más íntimo por lo común, cuando Ulrike Meinhof, con su: «Protest is when I say this does not please me. Resistance is when I ensure what does not please me occurs no more», pone orden a las prioridades humanas e irrumpe en lo establecido dejando ver que no hemos llegado aún a ninguna parte que hay todavía conquistas pendientes dentro de lo humano, los sustantivos «Protesta y Resistencia» que retoma Camila Vallejo ahora en estos tiempos, sólo pueden tener sentido en un ámbito de querer construir comunidad, en el pensamiento de una realidad que incluye al otro para ser real, en el lugar donde el nosotros adquiere todo el sentido, palabras que sólo son acompañadas de la acción que nombran. El segundo poema que de ésta selección donde Rurdyard Kipling expresa como la energía de la resistencia en el entusiasmo que supera al miedo, al terror mismo, y expone la forma más elevada del sacrificio humano, una forma quizá socrática de entregarse a, lo que corresponde, retando a fuerzas muy superiores como la naturaleza y el destino, sublimando lo humano de ese nosotros en la posibilidad de luchar e incluso literalmente echar la vida por la moneda que gira en el aire y cuya respuesta es entendida como la experiencia de vida por encima de la vida «The game is more than the player of the game» porque ante lo enorme y aplastante como los abismos, las tormentas y las distancias, todo eso, que nos supera en tamaño fuerza y posición, están en nosotros como armas secretas de la consciencia: la voluntad, la solidaridad y el sacrificio… que se expanden con cada intento y logro. ¿De qué sirve la vida en sí misma si la consumada conspiración contra lo inmensurable, no puede ser contada? Sin ese otros del «nos», que reconoce el mano a mano, que se siente obligado a intentar, a mantener la dignidad de lo humano, ante la memoria de los hechos lo que constituyen ese fuste, con el que las palabras atraviesan aún la piel más impermeable…



A Song In Storm

Be well assured that on our side
The abiding oceans fight,
Though headlong wind and heaping tide
Make us their sport to-night.

By force of weather, not of war,
In jeopardy we steer.
Then welcome Fate's discourtesy
Whereby it shall appear
How in all time of our distress,
And our deliverance too,
The game is more than the player of the game,
And the ship is more than the crew!

Out of the mist into the mirk
The glimmering combers roll.
Almost these mindless waters work
As though they had a soul --
Almost as though they leagued to whelm
Our flag beneath their green:
Then welcome Fate's discourtesy
Whereby it shall be seen, etc.

Be well assured, though wave and wind
Have mightier blows in store,
That we who keep the watch assigned
Must stand to it the more;
And as our streaming bows rebuke
Each billow's baulked career,
Sing, welcome Fate's discourtesy
Whereby it is made clear, etc.

No matter though our decks be swept
And mast and timber crack --
We can make good all loss except
The loss of turning back.
So, 'twixt these Devils and our deep
Let courteous trumpets sound,
To welcome Fate's discourtesy
Whereby it will be found, etc.

Be well assured, though in our power
Is nothing left to give
But chance and place to meet the hour,
And leave to strive to live.
Till these dissolve our Order holds,
Our Service binds us here.
Then welcome Fate's discourtesy
Whereby it is made clear
How in all time of our distress,
As in our triumph too,
The game is more than the player of the game
And the ship is more than the crew!

Rudyard Kipling

Sólo se puede ser siendo, pensar la vida es esterilizarla, «Chinchachoma» explicaba como se había hecho de ciertas cicatrices en el vientre, a cambio de conseguir la confianza de los niños por quienes actuó y vivió, literalmente dejándose apuñalar por aquello en lo que se creía, lo que da sentido a la vida, es vivirla; la tormenta (el destino) con toda su fuerza destructiva, es bienvenida porque nos permite reafirmar la dignidad de vencer o morir, pero dejar en claro que lo humano es cruzar el peligro y superarlo, no importa su tamaño ni fuerza, siempre está la otra orilla, donde ese imposible que sólo es un adverbio de tiempo, espera. Quien se detiene en la tormenta ya está muerto, aunque esté aquí y respirando otros veinte o treinta años más, diciendo desde el sin sentido que nada vale la pena mas que lo inmediato, el placer. Las mejores personas son las que hacen comunidad.


Traducción:

Una canción en la tormenta

Asegúrate bien que de nuestro lado
los eternos océanos, combatan

aunque el vertiginoso viento y las colmadas mareas
esta noche, hagan de nosotros, su juguete
por fuerza del tiempo, no de la guerra,
en el peligro nos guiamos:
bienvenida entonces la brutalidad del destino,
dondequiera que aparezca
como el momento de angustia
y de salvación también,
el juego es más que el jugador
y la nave más que tripulación.

Salir de la niebla y entrar a las tinieblas
entre olas que brillan y se encrespan.
Estas aguas inconscientes casi se comportan
como si tuviesen alma-
como si hubieran casi pactado sumergir
nuestra bandera bajo su verdor:
bienvenida entonces la brutalidad del destino,
dondequiera que sea vista….

Asegúrate bien, aunque olas y viento
guardan ráfagas aún más poderosas,
que quienes cumplimos la guardia asignada
debemos dar a esto lo mas y el resto

Y como la proa flotando rechaza
cada carrera frustrada de las olas,
canta, bienvenida entonces la brutalidad del destino,
dondequiera que se haga clara….

No importa que sea barrida la cubierta
y se quiebre el mastíl, el maderamen–
a cualquier pérdida le sacamos provecho salvo

la pérdida de volver atrás.
Así, mezclando estos demonios y nuestra profundidad
dejar que suenen las nobles trompetas,
para recibir la brutalidad del destino,
dondequiera que ésta se encuentre….

Muy seguros, aunque de nuestra fuerza

nada quede por dar
salvo lugar y fecha para encontrar el fin,
y dejar fuerza de vivir,
que hasta que se disuelva, la Orden se mantiene,
el servicio aquí nos ata.
bienvenida entonces la brutalidad del destino,
dondequiera que aparezca,
en todo momento de angustia
en el nuestro triunfo también,
el juego es más que el jugador
y la nave más que tripulación.

Versión propia

No hay comentarios:

Publicar un comentario