martes, 17 de septiembre de 2013

I'm sorry…(Estas miserias humanas)

«¿Cuándo podré alegrarme, Señor mío,
mirando la venganza que, escondida,
hace dulce el secreto de tu ira?»


Dante A.
(La Divina Comedia, canto XX, 93)


Escondida está pues, la venganza, en el dulce secreto de la Ira. «En este mundo de ladrones, tiranos y prostitutas», eso es lo que hemos construido, lo que hoy aplaudimos y admiramos, es lo que nos va y en lo más profundo y oscuro de cada cual, es lo que buscamos, al mismo tiempo, lo que más nos aterra de nosotros mismos. Es la forma más primaria de evitar la consciencia de la muerte: entregarse al placer, tener y poder. Pero cuando ésta consciencia es ineludible, «todo acto de fuerza es un fracaso del poder, la fuerza, más que instrumento del poder es su negación esencial. La política es un espacio comunicativo: la convivencia que proviene del diálogo, el hallazgo del propósito común y el respeto a las diferencias. La tradición moderna, hace de la política un instrumento de subordinación, la imposición de unos sobre otros. El poder auténtico no somete, coordina. No avasalla, concilia. La política debe ser moral e intelectualmente exigente: requiere de ojos que toleren la realidad, de capacidad de juicio, racionabilidad y aptitud para el diálogo. La fuerza es el fracaso del entendimiento.»* Entendimiento que tiene su máxima expresión en el discurso, una forma que se expresa con la sonoridad, la pausa, la repetición y el ritmo de la rima; forma que arenga, exalta y convence; ya sea éste la autopresentación de una ramera de suburbio, el fundamento de un timo o fraude o, la legitimación de una violencia (a priori o posteriori). El discurso, despierta en ese propósito común, una razón de lógica impecable y la generaliza dentro de su víctima o destinatario. Un discurso digno, se acerca sigilosamente y toca con suspicacia y discreción, las miserias humanas internas: debe primero, desvanecer a la pereza, para después exaltar el orgullo, despertar la vanidad y, remplazar el motivo de la tristeza y así, poco a poco con una mesura que envuelve y ataranta, entregarnos ese dulce secreto de la Ira. La Ira no es entonces el uso de la fuerza, es el recurso que emana de nuestras miserias para responder al exterior sin piedad, sin la compasión, que por encima de la razón, es lo que nos hace humanos.

…de las lágrimas para llorar cuando valga la pena,
…de la gota de tinta en el himno de los iracundos.
Yo quería escribir la canción más hermosa del mundo.


J. Sabina
(La canción más hermosa del mundo) 

La cultura, el cantar y cultivar, la metáfora, el discernimiento, la historia que nos contamos, esa herencia, es lo que forma y define a cada humano. No es que al nacer no lo seamos, es que al escuchar la canción más hermosa del mundo, la propia, repetimos esta herencia y la perpetuamos, en mente, espíritu y corazón: además de ladrones, tiranos y prostitutas, somos carne, idioma, música y cultura. En nuestras utopías, promesas, sueños y miserias:

I'm sorry.
I’m sorry, but I don’t want to be an emperor. That’s not my business. I don’t want to rule or conquer anyone. I should like to help everyone —if possible— Jew, Gentile —black man— white.
We all want to help one another. Human beings are like that. We want to live by each other’s happiness —not by each other’s misery. We don’t want to hate and despise one another. In this world there is room for everyone. And the good earth is rich and can provide for everyone.
The way of life can be free and beautiful, but we have lost the way. Greed has poisoned men’s souls, has barricaded the world with hate, has goose-stepped us into misery and bloodshed. We have developed speed, but we have shut ourselves in. Machinery that gives abundance has left us in want. Our knowledge has made us cynical. Our cleverness, hard and unkind. We think too much and feel too little. More than machinery we need humanity. More than cleverness we need kindness and gentleness. Without these qualities, life will be violent and all will be lost…
The aeroplane and the radio have brought us closer together. The very nature of these inventions cries out for the goodness in men —cries out for universal brotherhood— for the unity of us all.
Even now my voice is reaching millions throughout the world —millions of despairing men, women, and little children— victims of a system that makes men torture and imprison innocent people.
To those who can hear me, I say —do not despair. The misery that is now upon us is but the passing of greed —the bitterness of men who fear the way of human progress. The hate of men will pass, and dictators die, and the power they took from the people will return to the people. And so long as men die, liberty will never perish…
Soldiers! don’t give yourselves to brutes —men who despise you— enslave you —who regiment your lives— tell you what to do —what to think and what to feel! Who drill you —diet you— treat you like cattle, use you as cannon fodder. Don’t give yourselves to these unnatural men —machine men with machine minds and machine hearts! You are not machines! You are not cattle! You are men! You have the love of humanity in your hearts! You don’t hate! Only the unloved hate —the unloved and the unnatural! Soldiers! Don’t fight for slavery! Fight for liberty!
In the 17th Chapter of St Luke it is written: “the Kingdom of God is within man” —not one man nor a group of men, but in all men! In you! You, the people have the power —the power to create machines. The power to create happiness! You, the people, have the power to make this life free and beautiful, to make this life a wonderful adventure.
Then —in the name of democracy— let us use that power —let us all unite. Let us fight for a new world —a decent world that will give men a chance to work— that will give youth a future and old age a security. By the promise of these things, brutes have risen to power. But they lie! They do not fulfil that promise. They never will! Dictators free themselves but they enslave the people!
Now let us fight to fulfil that promise! Let us fight to free the world —to do away with national barriers— to do away with greed, with hate and intolerance. Let us fight for a world of reason, a world where science and progress will lead to all men’s happiness. Soldiers! in the name of democracy, let us all unite!

Charlotte Chaplin, (The Great Dictator)

«Fear is the path to the dark side. 

Fear leads to anger. Anger leads to hate. Hate leads to suffering.»

J. Lucas; (en la voz de Yoda,
Star Wars: Episode I, The Phantom Menace) 

El miedo, es fundamental en el discurso, es lo que lo sustenta lo que va sin escalas al fondo de su destinatario y busca despertar el instinto más primario: el de supervivencia: el miedo a ser uno mismo completo en su genero, «yo poseo en mi cuerpo una visión distinta del mundo, la comparto con quien tiene el valor de…»1; miedo a no tener lo importante de entre las cosas, «este producto te hará, seguro, feliz y único…»2; miedo al juicio de la historia, a la justicia universal y la memoria, «Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen, ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.»3 miedo a la manipulación de los medios, a no pensar por sí mismo, «…Los medios de comunicación invitan a odiar a los miserables (oprimidos) y amar a los que provocan la miseria (opresores)…»4 miedo a la inestabilidad y el desorden, «No habrá ni descanso, ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que a los negros se les garanticen sus derechos de ciudadanía.»5 miedo al miedo mismo, «No habrá en Alemania ninguna privación que yo no sufra personalmente. Seré el primer soldado del Reich alemán. Me he puesto el uniforme que me ha sido siempre más querido y sagrado, y no me lo quitaré hasta después de la victoria, a no ser que no pueda ver el fin de la lucha.»6 miedo al tiempo, a la memoria de los muertos, «Desde lo alto de estas pirámides, cuarenta siglos nos contemplan.»7 Estos fragmentos, algunos de famosos, conocidos, loados discursos, fundamentan el enojo, para encontrar en el interior de cada uno, la Ira y, convencer. La parodia del payaso, lo que hace Chaplin, es casi tan profético, como las seis propuestas de Ítalo Calvino, o quizá es que quien entiende el discurso, prevee sus consecuencias… La Ira con ayuda de la lógica siempre encuentra algún perdón, en el tiempo. La parodia de Chaplin, invita a la reflexión, exalta el coraje, contradice al discurso, lo ridiculiza y como en todo su trabajo, retrata el mundo como es y, desde su ideal, propone como éste podría ser.
RP

Traducción.
Lo siento.
Lo siento, pero yo no quiero ser emperador. Eso a mi, no me corresponde. No quiero gobernar o conquistar a nadie. Quisiera ayudar —Si es posible— a todos —Judíos, gentiles —Blancos, negros.
Todos queremos ayudar uno a otro. Los seres humanos somos así. Queremos vivir por la felicidad de los demás —no por su desgracia. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos. Y la buena tierra es rica y puede proveernos a todos.
El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las almas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas. Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos. La maquinaria que crea abundancia nos ha dejado en la necesidad.
El conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra astucia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco. Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo…
Los aviones y la radio nos han acercado unos a otros. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana —exige la hermandad universal— que nos una a todos nosotros.
Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo —millones de hombres desesperados, mujeres y niños— víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a seres inocentes.
A los que puedan oírme, les digo —no desesperen. La miseria que padecemos no es más que la pasajera codicia —amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano. El odio pasará y caerán los dictadores, y el poder arrebatado a las personas, regresará a las personas, y así, mientras los hombres existan, la libertad no perecerá…
¡Soldados! No se entreguen a la brutalidad —el hombre quien los desprecia— los esclaviza —quien rige sus vidas— les dicta que hacer —qué pensar ¡qué sentir! Quien los entrena —los alimenta— los trata como a ganado y como carne de cañón. No se entreguen a hombres sin natura —hombres máquina, con cerebros máquina y ¡corazones máquina! ¡Ustedes no son máquinas! ¡Ustedes no son ganado! ¡son Hombres! ¡Llevan el amor de la Humanidad en sus corazones! ¡Ustedes no odian! Sólo odian los que no aman —los que son sin amar y sin naturaleza! ¡Soldados! ¡No peleen por la esclavitud! ¡Peleen por la libertad.
El el capítulo 17 de San Lucas se lee: «El Reino de Dios es dentro del hombre» —no es en un hombre ni en un grupo de hombres, ¡sino en todos los hombres! ¡en ustedes! Ustedes, las personas tienen el poder —el poder de crear máquinas. ¡El poder de crear felicidad! Ustedes, las personas tienen el poder de hacer esta vida libre y hermosa y, convertirla en una maravillosa aventura.
Entonces —en nombre de la democracia— permitámonos usar ese poder —permitámonos todos unidos. Permitámonos luchar por un mundo nuevo —digno y noble que garantice a los hombres un trabajo— a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Por la promesa de esas cosas, Los tiranos alcanzaron el poder. ¡Pero mienten! Nunca han cumplido sus promesas. ¡Nunca lo harán! ¡Los dictadores son libres pero esclavizan a las personas!
¡Ahora permitámonos luchar por alcanzar esa promesa! Permitámonos luchar para liberar al mundo —derribar barreras nacionales— para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia. Permitámonos luchar por el mundo de la razón, un mundo donde la ciencia, el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.  ¡Soldados! En nombre de la democracia, ¡Permitámonos unirnos! 


*Arendt, Hannah; Los orígenes del totalitarismo.
1Clasificados; Revista Tiempo Libre.
2Clasificados; El Universal.
3Fragmento del último discurso del presidente Salvador Allende antes de morir;
4Fragmento del discurso, Malcom X
5Fragmento de «I have a dream» Dr Martin Luter King

6 Fragmento del discurso ante el Reichstag, al que sólo faltaron los 100 miembros que estaban en el frente, Adolf Hitler.
7 Inicio del discurso previo a la batalla de «Piramides», Napoleon Bonaparte.

 



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