domingo, 5 de febrero de 2012

A mi corazón el domingo

Gracias te doy, corazón mío,
por no quejarte, por ir y venir
sin premios, sin halagos,
por diligencia innata.

Tienes setenta merecimientos por minuto.
Cada una de tus sístoles
es como empujar una barca
hacia alta mar
en un viaje alrededor del mundo.

Gracias te doy, corazón mío,
porque una y otra vez
me extraes del todo,
y sigo separada hasta en el sueño.

Cuidas de que no me sueñe al vuelo,
y hasta el extremo de un vuelo
para el que no se necesitan alas.

Gracias te doy, corazón mío,
por haberme despertado de nuevo,
y aunque es domingo,
día de descanso,
bajo mis costillas
continúa el movimiento de un día laboral.


Wislawa Szymborska




De "Mil alegrías -Un encanto-" 1967
Versión de Gerardo Beltrán


Hace unos días,
el cuerpo se separo del alma de la poeta;
algo se va y ¡todo se queda!

Los poetas tienen un sitio especial
el barquero, no les pide monedas
sino palabras de esperanza
para iniciar cada viaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario