miércoles, 15 de febrero de 2012

La Respuesta

Ah, si con las palabras menos convencionales
los últimos días de abril me son traídos aquí.
Se y sabía en mi corazón y pensamientos,
queda la semana Santa, la del miedo.

Que no estaba escuchando los tañidos,
deplorando junto al río de azur,
pero el bronce no deja de reírse: durante siete días:
o llorar, como la plata que fluye.

Y, lamentablemente ocultar mi faz,
como antes de la separación fatídica,
estuve en esperando su ritmo
un llamado desde el martirio.

Anna Akhmatova.

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